Cualquiera en algún momento de su vida ha atravesado algún bache. De muchos de ellos se sale solo, pero hay otros que son difíciles de resolver por uno mismo. No controlar la ansiedad, sentirse triste o desmotivado sin saber por qué, darle vueltas a una idea sin llegar a ninguna solución o sentirse estresado o inseguro son algunos de ellos. Si además, estos se intensifican, son cada vez más frecuentes y llevas tiempo sufriendo, son signos suficientes para no encontrar la salida.

La terapia sirve para cambiar aquello que no funciona, que genera malestar, que se repite en el tiempo y se acaba convirtiendo en el eje central de la vida de la persona, por una nueva perspectiva. Y a golpe de repetirse, cuestionarse, responsabilizarse de lo propio, desprenderse de lo ajeno, conocerse (cómo pienso, cómo siento, cómo me relaciono y entonces cómo actúo) y conocer cuál es la historia construir las herramientas que posibiliten el cambio.

Conseguir transformarse para ser capaz de enfrentarse a lo doloroso, a lo placentero, hacer el duelo de lo que no se puede y provocar el relanzamiento de lo que sí se puede.

Especialidades:
Ansiedad,
Crisis de pánico, agorafobia
Miedos y fobias
Dependencia emocional, Relaciones tóxicas
Problemas familiares
Inestabilidad emocional
Estado de ánimo bajo, depresión
Manías y obsesiones
Inseguridad, baja autoestima
Ruptura sentimental
Crisis vitales
Dificultades sociales
Duelo